A principios de 2023, en Petra se alegraban de la recuperación del turismo, con más de 900.000 visitantes en 2022. Todo un empujón para la economía de Jordania, que recibió 4,6 millones de turistas en el mismo año.
La otra cara de la moneda es que la gran afluencia de viajeros se está convirtiendo en una amenaza para los habitantes, el modo de vida de las tribus beduinas y los recursos hídricos.
El siguiente vídeo, publicado por Carlos Clavijo en X (Twitter), consigue transmitir en solo 30 segundos la gravedad del problema.
Lo de volar lejos de casa para ver cosas únicas y tener sentimientos especiales.
— ❤️🩹 Carlos Clavijo Cositas Buenas (@carlosclavijo22) November 11, 2023
Un Sábado en Petra. pic.twitter.com/zJYfXBGs1x
¿Se nos está yendo de las manos el afán por visitar todos los mismos lugares al mismo tiempo?
El sueño del turista produce monstruos
Lo hemos visto en Venecia, en Atenas, en Barcelona y en un sinfín de destinos populares, la masificación turística perjudica a los residentes y arruina la experiencia de los viajeros.
Petra fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985 y es una de las 7 maravillas del mundo, además de formar parte de la película Indiana Jones y la última cruzada, donde el Tesoro de Petra se convertía en la puerta de entrada al templo del Santo Grial.
Esta tumba gigantesca tallada en la roca roja es un auténtico icono del país, aunque tan solo refleja una pequeña muestra de su grandeza, ya que el 85 % de la ciudad perdida se encuentra bajo tierra.
El Tesoro y su entorno es la imagen que buscamos todos los viajeros. Algunos para la foto y otros para admirar de cerca su belleza e inmensidad, que todavía a día de hoy, a pesar de la gran cantidad de atracciones que no dejamos de fabricar, nos sigue pareciendo sobrecogedora.
Nos gusten más o menos, ambas opciones son igual de legítimas, aunque cuando un espacio está tan abarrotado a duras penas se puede realizar la primera. Tal vez habrá que replantearse si cumplir con la extensa lista de lugares que hay que ver antes de morir es realmente necesario y, sobre todo, si es viable.
Mientras nos lo pensamos, es aconsejable visitar Petra al menos en temporada baja, en diciembre o enero. No es el mejor momento en cuanto al clima, pero seguro que se respira un poco más de tranquilidad.
Portada | Alex Vasey - Pexels y @carlosclavijo22