La experiencia turística existencial que no esperábamos ver nunca: probar la vida de monja durante una semana

La experiencia turística existencial que no esperábamos ver nunca: probar la vida de monja durante una semana
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En la búsqueda constante de experiencias únicas y enriquecedoras, muchos viajeros se aventuran más allá de los destinos turísticos convencionales en busca de algo que les dé una perspectiva diferente de la vida y, recorriendo las múltiples y diferentes opciones, nos hemos encontrado con una experiencia turística existencia que nunca imaginamos ver: probar la vida de monja durante una semana.

Hay muchos monasterios y conventos que cuentan con servicio de hospedería pero, concretamente, el Monasterio Cisterciense Nuestra Señora de Vico, da un paso más y ofrece “una experiencia monástica”. “Ofrecemos, a mujeres entre 18 y 60 años, hacer una experiencia monástica viviendo dentro de un monasterio con las monjas y como las monjas”, expresan en su página web. “Sólo pretendemos compartir con otras mujeres la vida fraterna que llevamos y que nos colma de alegría”.

El monasterio, que se encuentra entre las localidades riojanas de Arnedo y Herce, a tan solo 50 minutos de Logroño, es el perfecto lugar para un descanso diferente que renueve el espíritu y fortalezca el cuerpo. La sociedad en la que vivimos nos hace ir siempre con prisas a todas partes, por lo que va desgastando nuestra energía, la cual podemos recobrar con unos cuantos días de paz y tranquilidad.

No obstante, experimentar la vida de monja no consiste en relajarse y recargar pilas, al menos no en este monasterio riojano. La hospedería es un lugar de acogida, encuentro y convivencia, tal y como expresan en su página web, pero también es “un recinto digno donde las monjas queremos hacer agradable la estancia de nuestros huéspedes y donde pedimos, desde la libertad de cada uno, que colaboren y ayuden en la medida de sus posibilidades”.

¿Esto qué quiere decir? Que para experimentar al completo la vida en el monasterio debemos aportar ese esfuerzo de trabajo en común y de ayuda fraterna como forma, según las monjas, “de hacer real y visible la regla de San Benito ora et labora.

Además, esta experiencia no va exclusivamente dirigida a creyentes y religiosos, si no a todo tipo de personas de buena voluntad. De hecho, también podemos optar por hospedarnos en cualquiera de las 14 habitaciones (con baño propio) de las que dispone el monasterio de forma habitual.

¿A qué estáis esperando para probar esta experiencia alejada de lo convencional y a encontrar la paz y la tranquilidad que todos necesitamos para desconectar del trabajo y nuestro día a día?

Foto cabecera | Monasterio Cisterciense Ntra. Sra. de Vico

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