Aquellos que hayan hecho el Camino de Santiago francés sabrán de qué hablo. A medio camino entre los municipios navarros de Estella-Lizarra y Ayegui se encuentra una fuente que además de agua, da vino.
La peculiar fuente fue construida en el año 1991 por Bodegas Irache, y desde entonces se ha convertido en una parada ineludible para muchos peregrinos que encuentran en ella el impulso necesario para continuar el Camino con fuerzas renovadas.
Un cartel en la misma fuente no deja lugar a dudas: “Peregrino, si quieres llegar a Santiago con fuerza y vitalidad, de este gran vino echa un trago y brinda por la felicidad”. Pero no nos equivoquemos: los propietarios de la bodega, ante la avalancha de "abusones" que no perdían la oportunidad de llenar sus botas y cantimploras con el preciado elemento, han colocado un segundo aviso que reza: “A beber sin abusar te invitamos con agrado. Para poderlo llevar, el vino ha de ser comprado”.
No se trata de la única fuente de estas características que podemos encontrar en España. Desde el año 2007, la localidad de Fuencaliente, en la isla canaria de La Palma, cuenta también con su propia fuente de vino, erigida en homenaje a los viticultores por la Bodega Llanovid de Teneguía, y con capacidad para 3.000 litros.
En este caso, la advertencia se hace más fuerte desaconsejándose su consumo por razones de salubridad, ya que aunque el vino es tratado para que mantenga su aroma y propiedades, al estar al aire libre no puede garantizarse el perfecto estado del mismo.
Personalmente desconozco si alguna de estas advertencias servirá de algo (que ya sabemos cómo nos las gastamos los españoles con el vino, sobre todo cuando es gratis), pero de lo que no cabe ninguna duda es que estas fuentes son un atractivo más para aquellos que se acercan a ambas zonas, sean peregrinos o simples amantes de los pequeños placeres de la vida, como lo es un buen vino.
Imagen | José Antonio Gil Martínez En Diario del Viajero | Guía del Camino de Santiago: joyas del Camino Francés, El turismo enológico: De ruta por la vendimia