Mis consejos para visitar el Vall de Boí, Patrimonio de la Humanidad
Hace ya casi 16 años que el Vall de Boí fue reconocido por UNESCO como un sitio digno de protegerse e incluirse en el listado de lugares Patrimonio de la Humanidad.
Se reconocía así la excepcionalidad de este conjunto de iglesias románicas que se encuentran increíblemente agrupadas en un pequeño y bellísimo valle en los Pirineos, en la provincia de Lleida.
Los criterios para otorgarle esta distinción fueron:
El importante desarrollo del arte y de la arquitectura románica de las iglesias del Valle de Boí es el testimonio de los profundos intercambios interculturales en la Europa medieval y en particular a través de la barrera montañosa de los Pirineos.
Las iglesias del Valle de Boí son un ejemplo particularmente puro y homogéneo del arte románico en un paisaje rural mantenido prácticamente intacto.
Hasta que no llegas allí, no puedes darte una idea de lo que debe haber significado la concepción, construcción y vida de estas iglesias en aquellos tiempos. Para mi era una visita largamente deseada, y que superó con creces mis expectativas.
Y aquí mis consejos:
1) Ve en cualquier época del año. La primavera y el verano parecen ser la época ideal porque las temperaturas son cálida y el sol brilla espectacularmente. Los campanarios parecen recortados en el cielo. Pero el otoño trae una explosión de colores en los bosques cercanos y el invierno (además de tener una estación de esquí cercana), cubre de blanco el paisaje y llena el entorno de un ambiente mágico.
2) Comienza tu recorrido en el Centre del Romanic del Vall de Boí. Tu ansiedad te llevará a lanzarte de la carretera con la primer iglesia que veas, pero comienza teniendo una idea completa del conjunto, su historia (y las historias que se tejieron allí) en una magnífica exposición, moderna y ágil. Se encuentra junto a la iglesia de Santa Eulàlia en Erill la Vall.
3) Allí mismo compra un pack de entradas que permite visitar el Centre y todas las iglesias. Tienes la posibilidad de comprar cada entrada por separado también, pero te saldrá mas caro. Puedes elegir entre un pack con el Centro del Romanic y 5 iglesias (tarifas 2016= 10 euros por persona) u otro que incluye lo mismo más la entrada al Museo Nacional de Catalunya en Barcelona por 5 euros más.
4) Dedícale tiempo. Cada iglesia cuenta una historia distinta, se encuentran diseminadas por el valle y cada población o ubicación es diferente. Algunas están aisladas al costado del camino, en un promontorio o en mitad del pueblo. Cierra los ojos e imagínate este valle en los siglos XI, XII o XIII. Intérnate en las iglesias y mira con detalle. El valle no es para una visita rápida. También puedes sumarte a una visita guiada de las que organiza el Centre del Romanic.
5) Toma aire y sube. No puedes dejar de ascender a los campanarios que dominan el valle (en algunos casos se ven unos a otros) desde la altura. Sí, son muchos escalones, angostos y antiguos (de eso se trata), pero te asomarás a un paisaje natural e histórico único. Las nubes, los pájaros y las campanas serán tu compañía.
6) Detente a probar la gastronomía del valle. La mesa del Vall de Boí es potente y sabrosa, de esas cartas que no te dejan indiferente, pensadas en su origen para dar fuerza a los pastores de la zona. Carnes de caza en sus versiones más tradicionales o modernas, en pequeñas mesas de restaurantes donde reina la madera, la amabilidad y el sabor. O en algunas de sus terrazas que se asoman al valle. Imperdible.
Si buscas más información sobre cómo visitar el Vall de Boí y sus iglesias, aquí te dejamos el enlace al Centre del Romanic.