En una calle paralela a la Avenida Infante Dom Henrique, en la falda de los barrios de Alfama y Castelo, se encuentra Chafariz d'El-Rei, una curiosa fuente decorada con los omnipresentes azulejos lisboetas que llama enseguida nuestra atención.
El origen de esta fontana pública, de la que hoy día no brota agua, data del rey Alfonso II según las crónicas (siglo XIII), convirtiéndose de este modo en la más antigua de Lisboa. No es exactamente una fuente al estilo usual, sino que "chafariz" se define como "Obra de arquitectura hecha de fábrica, piedra, hierro, etc., que sirve para que salga el agua por uno o muchos caños dispuestos en ella".
Fue un importante lugar de abastecimiento de agua para los barcos portugueses del siglo XVI, tanto que hubo que regular su uso. Los reglamentos municipales establecieron que cada caño fuera empleado por un grupo social distinto, de este modo se evitaba un consumo descontrolado.
Si se infringía la ordenanza, habría castigos, por lo que nadie podía tomar agua que no correspondiera a su caño. Había uno que era el suministro de los negros, mulatos e indios, otro de moros, otros caños para los niños y los hombres blancos, para niñas y mujeres negras, otro para mujeres blancas...
Lo más destacable de Chafariz d'El-Rey
Una placa de piedra en la fontana lleva inscrita una breve historia de la misma, indicando los tiempos de Alfonso II de Portugal como su origen, y señalando sus últimas restauraciones a mediados del XIX. Sin duda un buen lavado de cara no le vendría nada mal a esta curiosa construcción para lucir en todo su esplendor.
Aun así, la fuente ha sido restaurada en varias ocasiones, y hubo una época en la que se conocía como "fuente de San Juan". Recuerda el estilo peculiar de las obras civiles pombalinas (referidas a la reforma ideada por el Marqués de Pombal) que se iniciaron tras el terremoto de 1755.
La fuente contaría con nueves caños originales, aunque en la actualidad sólo se conservan tres, uno central y uno a cada extremo. El frente de la fuente tiene un cuerpo inferior más adelantado, decorado con relieves de carabelas y el superior, separados por una llamativa vegetación floreada.
Sobre esta fontana, de la que toma el nombre (Palacete Chafariz d'El-Rei), se halla una casona de fachada decimonónica, uno de los alojamientos de lujo de la ciudad.
Contrasta la fachada e interior de este palacete con este aire desvencijado y de cierto abandono, característico de buena parte de los barrios humildes, de la fuente más antigua de Lisboa, Chafariz d'El-Rei.
Fotos | Eva Paris En Diario del viajero | Lisboa Card: museos y transporte público en Lisboa, Portugal y el mar, Viajar en coche por Portugal