
En pleno verano, cuando el asfalto arde y el sol aprieta sin tregua, los parques y espacios naturales se convierten en auténticos refugios climáticos. Más allá de su belleza, ofrecen una tregua frente al calor urbano, regulan la temperatura, purifican el aire y nos invitan a reconectar con la naturaleza.
Por eso en un momento como este, con una ola de calor atravesando la península, es momento de valorar la suerte que tenemos en España por contar con algunos de los parques más bonitos y con más historia de Europa: verdaderos pulmones verdes que son también testigos silenciosos del paso del tiempo y escenarios de calma que parecen ajenos al ritmo acelerado que muchos llevamos.
Precisamente a tan solo una hora de Madrid, en la sierra de Guadarrama, se encuentra uno de esos lugares sorprendentes que pocos esperan: un auténtico bosque de inspiración finlandesa que, por unos instantes, nos traslada mentalmente al norte de Europa. Se trata del Bosque Finlandés de Rascafría, un rincón escondido y poco transitado que combina el frescor del entorno natural con una estética que evoca los paisajes nórdicos más bucólicos.
Bosque Finlandés de Rascafría, un oasis a poco más de una hora de Madrid
Este bosque se sitúa muy cerca del histórico Monasterio de El Paular, fundado en el siglo XIV, lo que le da al paseo una dimensión aún más interesante. La ruta hasta el bosque es sencilla, accesible para todos los públicos, y discurre entre chopos, abedules, pinares y un sereno estanque que, en los días más tranquilos, refleja los árboles con una nitidez de espejo. El embarcadero de madera y la caseta escondida entre los árboles completan la postal escandinava.
Aunque su nombre y atmósfera puedan llevar a pensar en un vínculo con Finlandia, lo cierto es que se trata de una denominación más poética que histórica. El lugar adquirió esta fama gracias a su parecido visual con los paisajes del norte europeo, especialmente en otoño, cuando las hojas adquieren tonos ocres y rojizos. Fue también un lugar elegido para grabaciones y reportajes, lo que ayudó a popularizarlo bajo este nombre tan evocador.
Algunas recomendaciones antes de visitarlo
Una de las grandes ventajas de esta ruta es su accesibilidad y que su tamaño lo hace perfecto para para una escapada de medio día. Además, su altitud y vegetación hacen que las temperaturas sean considerablemente más suaves que en la capital, lo que lo convierte en un destino ideal para caminar en verano sin sufrir el calor extremo.
Antes de visitarlo, es recomendable llevar calzado cómodo y algo de agua, ya que aunque el recorrido no es exigente, siempre conviene ir bien preparado. Puedes llegar caminando desde el propio pueblo de Rascafría (es un paseo muy agradable), o bien dejar el coche en el aparcamiento de Las Presillas, desde donde el acceso al bosque es rápido y sencillo.
Y obviamente es aconsejable ir temprano, especialmente los fines de semana, para disfrutar del entorno con mayor tranquilidad.
Imágenes | Sierra Norte de Madrid