El tren de los difuntos de Londres

El tren de los difuntos de Londres
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Resulta curioso saber que existió en la ciudad de Londres una línea de trenes dedicada específicamente al transporte de difuntos. Este servicio, que operó entre 1854 y 1941, conectaba la ciudad – desde la estación de Waterloo – con un cementerio construido a las afueras de la ciudad y sólo transportaba los ataúdes de los difuntos y a sus respectivos dolientes.

La aparición de esta línea, llamada London Necropolis Railway, se debe a la necesidad de conectar la ciudad con una nueva gran necrópolis que pretendía ser el lugar de descanso de los londinenses. Y es que como toda gran ciudad en crecimiento, Londres tuvo problemas de capacidad en sus cementerios urbanos con sus consecuentes peligros para la salud pública.

Un enorme cementerio a las afueras al que llegar en tren

Por tanto, se decidió crear un colosal cementerio en Brookwood, un pueblecito del condado de Surrey que se situaba a 37 kilómetro al suroeste de Londres. Dicho cementerio fue el más grande del mundo en el momento de su inauguración con sus más de dos mil hectáreas. Con la creación de este camposanto, la London Necropolis Company pretendía hacerse con el control de los entierros en la ciudad, aunque no lo consiguieron.

La línea del tren de los muertos operaba sobre un sistema de vías ya existente perteneciente a la London and South Western Railway, si bien contaba con sus propias bifurcaciones en Londres – donde tenía estación propia cerca de la de Waterloo - y en Brookwood.

Existían dos estaciones dentro del cementerio de Brookwood, una para anglicanos y otra para protestantes o cualquiera que no quisiese un funeral relacionado con la Iglesia de Inglaterra. Asimismo, las salas de espera del tren y los compartimentos de los vagones – tanto los de vivos como los de difuntos – estaban separadas por religión para evitar que los usuarios se sintiesen incómodos al compartir las instalaciones con gente de otro credo y orígenes.

Además del tráfico regular de funerales, la London Necropolis Railway se utilizó para el traslado a Brookwood de un gran número de cuerpos exhumados durante la retirada masiva de varios cementerios de Londres.

Un servicio que no consiguió el éxito esperado y acabó por desaparecer

Sin embargo la idea de los funerales ferroviarios de Brookwood no caló tanto como se esperaba, ya que muchos londinenses veían esta opción poco adecuada, siendo el tren un medio de transporte sucio y ruidoso que poco se ajustaba a la idea general de un paseo fúnebre. Así, la compañía tenía previsto transportar entre 10.000 y 50.000 muertos al año, pero hasta 1941 – tras 87 años de servicio – sólo se habían realizado 200.000 entierros por este método, lo que significa un promedio de sólo 2.300 cuerpos al año.

La línea del London Necropolis Railway comenzó siendo diaria, pero con el tiempo pasó a ser semanal ya que se vio afectada, sobre todo a partir de los años 30, por la expansión del uso del automóvil. No obstante, aunque el declive del servicio era evidente, éste no finalizó hasta 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando una bomba alemana destruyó la estación y el propio tren. La London Necropolis Company pensó retomar el negocio cuando la guerra acabase, pero finalmente desestimaron la idea al ver que el negocio ya no era rentable.

Hoy día, aun encontramos la entrada a esta luctuosa estación en el 121 de Westminster Bridge Road, muy cerca de la estación de Waterloo y del metro Lambeth North.

Foto | looper23 En Diario del Viajero | El Cementerio de Highgate, Londres

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