Buenos Aires se mueve al ritmo del tango y Carlos Gardel es, sin dudas, un ícono tanguero. Conocido como el Zorzal Criollo o el Morocho del Abasto, el artista se ganó este último nombre porque fue el barrio del Abasto el que lo vio crecer y también desarrollarse como artista.
Es por ello que aquel rincón de Buenos Aires es símbolo de tango y el lugar elegido para colocar una escultura que le rinde homenaje a este hombre convertido en leyenda tras su trágica muerte.
Así, el monumento luce orgulloso enla intersección del pasaje Carlos Gardel y la calle Anchorena, frente al centro comercial Abasto Shopping y rodeado de milongas, tanguerías y establecimientos dedicados a la venta de recuerdos y productos relacionados con este ritmo.
Una estatua de bronce obra del artista Mariano Pagés, de dos metros y cuarenta centímetros de alto y ubicada sobre una base de granito rojo de un metro y sesenta centímetros. Una obra de arte que en el que se aprecia a un Gardel radiante, de brazos cruzados, peinado con gomina, traje y pajarita.
Un sitio visitado por turistas que suelen acercarse al lugar en el marco de un recorrido que los sumerge en el mundo del tango. Un pasaje peatonal que se presenta con bancos de metal y faroles que iluminan el monumento. Un rincón de Buenos Aires al que, por cuestiones de seguridad, conviene llegar de día o en grupos numerosos o como parte de un tour organizado.
Foto | Wikimedia En Diario del Viajero | El circuito de Gardel en Buenos Aires, Tango = pasión, turismo y millones, Aplicación de iPhone para ubicar tanguerías