Algunas construcciones logran difuminar los límites entre ser una obra de arte y convertirse en una atracción para el público. Esta montaña rusa es el ejemplo perfecto: una escultura que ofrece una experiencia única que combina aventura, diseño innovador y unas vistas panorámicas impresionantes.
Hablamos de Space Walk, que está situada en Pohang, Corea del Sur, una de las ciudades más vibrantes de Corea del Sur. Su diseño serpenteante y futurista invita a los visitantes a explorar sus curvas y pendientes, creando una interacción dinámica entre el arte y quienes lo experimentan.
Inaugurada en noviembre de 2021, esta obra ha capturado rápidamente la atención de viajeros y amantes del arte por igual. Más que una simple atracción, representa un punto de encuentro entre la creatividad y la ingeniería, llegando a convertirse en un emblema cultural de la ciudad.
Una obra para disfrutar del arte mientras caminamos
Concebida por los artistas alemanes Heike Mutter y Ulrich Genth, el Space Walk se asemeja a una montaña rusa suspendida en el aire. La estructura, de 333 metros de longitud y 57 metros de altura, está compuesta por una serie de 717 escalones que serpentean en curvas y giros, creando una silueta dinámica contra el horizonte.
Sin embargo lo que la hace verdaderamente singular es que los visitantes pueden recorrerla a pie, explorando sus dos posibles caminos (uno de menor dificultad). De hecho su nombre "Space Walk" (Paseo Espacial) refleja la intención de los artistas de evocar la sensación de ingravidez y exploración espacial. Al recorrer la estructura, los visitantes pueden sentir que están flotando en el espacio, especialmente durante las horas nocturnas, cuando la iluminación LED realza su apariencia futurista.
Su construcción fue todo un desafío y requirió una planificación meticulosa y soluciones de ingeniería innovadoras para garantizar la seguridad y estabilidad de la estructura, permitiendo al mismo tiempo su intrincado diseño de curvas y bucles.
Aunque la estructura permite el acceso peatonal, ciertas secciones, como los bucles más pronunciados, no son transitables por razones de seguridad. Esto añade un elemento de misterio y desafío, invitando a los visitantes a imaginar cómo sería recorrer la totalidad del circuito.
Otra construcción que ha cambiado el destino de la ciudad que lo alberga
Desde su apertura, el Space Walk se ha convertido en un ícono de Pohang, atrayendo a miles de visitantes. Su inauguración coincidió con los esfuerzos de la ciudad por revitalizar el Parque Hwanho, integrando arte contemporáneo y espacios públicos para fomentar el turismo y la cultura. La estructura no solo ofrece una experiencia visual y física, sino que también sirve como plataforma para eventos culturales y actividades comunitarias.
Para quienes deseen experimentar el Space Walk en su máximo esplendor, se recomienda visitarlo al atardecer, cuando las luces de la estructura se encienden y el cielo se tiñe de colores cálidos, creando una atmósfera mágica. Además, la ubicación estratégica de la escultura ofrece vistas panorámicas de la bahía de Yeongil, convirtiéndola en un lugar ideal para la contemplación y la fotografía.