Visita al Casino de Murcia

Visita al Casino de Murcia
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El Real Casino de Murcia es uno de esos lugares ante los que pasas frecuentemente, sin visitarlos, y después te preguntas cómo no entraste a verlo antes, con lo que te estabas perdiendo. Este fin de semana pude conocer por fin este edificio emblemático de la capital murciana, que no en vano es el edificio civil más visitado de la Región.

El edificio del Casino está considerado bien de interés cultural, fue declarado monumento histórico-artístico nacional en 1983, con la categoría de monumento. Desde la fachada ya llama la atención, personalmente me encanta ese toque modernista que deja ver, aunque en realidad en su interior vamos a descubrir que combina distintos estilos artísticos.

No será difícil encontrar el Casino de Murcia, pues se encuentra en el centro histórico, en la calle Trapería, muy cerca de la Catedral, que también merece la pena, como veremos más adelante.

Su construcción comenzó en 1847 es una mezcla de las distintas corrientes artísticas que coexistieron en la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX en España. Su importancia le viene dada por el valor social de su utilidad, exclusiva y selecta, así como por el valor artístico del edificio.

El edificio es la sede de la institución social del mismo nombre que funciona como un club privado (algunas salas no se pueden visitar) y que fue constituida el 11 de junio de 1847. La planta baja monumental del edificio está abierto a la visita turística y a la celebración de actividades culturales.

Casino

El edificio monumental que constituye su sede ha sido restaurado totalmente entre los años 2006 y 2009, quedando dotado de su esplendor actual que rememora épocas pasadas de lujo, por cuya razón el rey Don Juan Carlos I de España concedió al Casino de Murcia el título de Real.

A cada paso el Real Casino de Murcia te sorprende, lo que más me llamó la atención es la combinación de estilos diferentes, tratados con mucho gusto y elegancia, desde el mozárabe que nos traslada a una sala de la Alhambra, el versallesco o la Antigüedad Grecolatina.

Pero si tuviera que destacar algún lugar, ése sería el de la biblioteca, sin duda a sumar a mis bibliotecas preferidas. Se trata de la Biblioteca Inglesa, obra realizada en 1913 en la que destaca su tribuna superior de maderas talladas sustentada por unas figuras en forma de flamencos que, como aves migratorias, representan el espíritu viajero del siglo XIX.

La Biblioteca guarda una magnífica colección de libros, integrada por más de 20.000 volúmenes de los siglos XVII, XVIII y XIX. Un lucernario cenital proporciona luz natural a los veinticinco puestos de lectura, y aunque no está abierta al público me encantaría "colarme" algún día a curiosear en su archivo...

Biblioteca Casino Murcia

También me gustó mucho el Patio Pompeyano, de estilo neoclásico y resplandeciente también gracias a la luz natural, cubierto por una cúpula de hierro y cristal. El patio alberga algunas esculturas de gran belleza, copias de importantes obras artísticas y alguna original como la “Venus” de José Planes, Premio Nacional de Escultura en 1920, que se encuentra en el centro del patio, así como la “Mujer” de Antonio Campillo.

Pero lo primero que llama la atención es el Patio Árabe, que actúa como distribuidor del edificio a su entrada. Su lujosa decoración de estilo neonazarí está revestida por más de 35.000 láminas de pan de oro. Está inspirado en la puerta del Patio de los Embajadores de la Alhambra.

El salón más importante y suntuoso del Real Casino es el Salón de Baile. Construido entre 1870 y 1875, está concebido en un atractivo estilo neobarroco, de inspiración francesa. El majestuoso lienzo del techo, pintado entre otros por Manuel Arroyo y Eduardo Gil Montijano, está decorado con alegorías de las artes y con paisajes exóticos, y destacan las deslumbrantes lámparas de bronce y cristal. Se dice que fueron las primeras en llevar luz eléctrica a Murcia.

El Restaurante del Real Casino se ubica en tres de las estancias más destacadas: el Patio Azul, el Salón de Té y el Salón Español. Lo mejor es que existen menús a precios moderados, aunque también podremos darnos un lujo a la carta.

La Galería Central, el Tocador de señoras y su ángel caído que te mira desde cualquier lugar de la sala, o la Sala de billar son otros espacios imprescindibles en la visita al Real Casino de Murcia, que nos dejará con un buen sabor de boca y las ganas de sumergirnos en el esplendor y suntuosidad de otra época, luciéndonos y alternando en sociedad.

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