La antigua Real Casa de Correos y el reloj de las campanadas

La antigua Real Casa de Correos y el reloj de las campanadas
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Si hay un edificio conocido por todos los españoles, y capaz de acaparar la atención de millones de personas en apenas unos pocos minutos, es la antigua Real Casa de Correos de Madrid, cuyo famoso reloj es el encargado desde hace décadas de guiarnos en el cambio de año.

Pero, ¿qué sabemos de este edificio, o del ya emblemático reloj que corona su torre? La Real Casa de Correos es el edificio más antiguo de la plaza de la Puerta del Sol, y data de mediados del siglo XVIII, cuando España se regía bajo el reinado de Fernando VI.

La idea original de su construcción fue del Marqués de la Ensenada, y el hombre designado para llevar a cabo el proyecto, Buenaventura Rodríguez Tizón, arquitecto titular del municipio de Madrid, y responsable de otras grandes obras como la capilla del Palacio Real, en la misma capital, o la fachada de la Catedral de Pamplona.

Tras la muerte sin descendencia de Fernando VI y la llegada al trono de su hermanastro Carlos III, el francés Jaime Marquet (quien en principio había sido traído sólo para encargarse del pavimento de las calles), fue designado como nuevo arquitecto del proyecto, sustituyendo a Ventura Rodríguez. El arquitecto español quedó relegado a encargarse del empedrado, siendo ésta una situación que no gustó nada al pueblo español, y dio origen al dicho popular “al arquitecto la piedra, y la casa al empedrador”.

Al finalizar su construcción, no sin ciertos obstáculos debido a extrañas leyendas que circulaban entre los obreros y que llegaron a paralizar las obras, el edificio de la Real Casa de Correos recibió además muchas críticas por su diseño francés, su distribución interior en departamentos estancos o por carecer de unas escaleras a la altura de su importancia.

Tras servir como Real Casa de Correos durante casi un siglo, en 1847 el controvertido edificio pasó a albergar el Ministerio de Gobernación. Diez años después se construyó la torre destinada a alojar el reloj que hasta entonces marcaba la hora desde la fachada de la Iglesia del Buen Suceso, también en la Puerta del Sol. Este reloj, de construcción medieval y una única manilla, ya en la época causaba gran irritación entre los madrileños debido a su irregularidad.

No sería hasta 1865 cuando el prestigioso relojero leonés José Rodríguez Losada, residente en Londres y sin duda alertado de las críticas que el antiguo reloj recibía, donó al pueblo de Madrid el reloj que ahora contemplamos. El reloj está compuesto por cuatro esferas indicando la hora y una campana que ha sido la encargada de anunciar el cambio de año a los madrileños desde 1916, y a nivel nacional, con la retransmisión televisiva del evento desde el año 1962.

En la actualidad, el edificio de la antigua Real Casa de Correos alberga la sede la Comunidad de Madrid, y a pesar de su accidentada historia, son pocos los edificios que puedan presumir de levantar tanta expectación, especialmente en un día tan importante como el de Fin de Año.

La historia del actual reloj de la torre no está exenta de contratiempos: en la Nochevieja del año 1990 el mecanismo falló poco antes de dar las campanadas, y durante unas angustiosas horas los españoles creímos que ese día comeríamos las uvas mirando nuestros relojes de pulsera.

Y es que el reloj de la antigua Real Casa de Correos se ha convertido ya en icono para todo el país y un indiscutible símbolo de las navidades. Tal y como dice una conocida canción de Mecano, en esa noche tan especial, los españoles “hacemos por una vez algo a la vez”, y son pocas las personas que en el momento crítico miren hacia otra parte, o prefieran recibir el nuevo año atentos al propio reloj de su casa.

Imagen | Fernando Alcoba En Diario del Viajero | Los más típico de Madrid: El centro, Un templo egipcio en Madrid

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