Esta ciudad italiana ha abierto una fuente pública de vino tinto y es gratis
Italia

Esta ciudad italiana ha abierto una fuente pública de vino tinto y es gratis

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Hace un tiempo os hablábamos de la construcción de la primera fuente pública de cerveza, que se inauguró en Eslovenia, y ahora hemos de anunciaros lo mismo para esta fuente pública de vino.

La singular fuente se ha instalado en Abruzzo, en el centro de Italia, y además de que, en vez de agua, mana vino de sus caños, lo hace gratis.

Para saciar la sed de los caminantes

La fuente no ha sido concebida originalmente para convertir en beodos redomados a los habitantes de Abruzzo (aunque ya veremos qué pasa), sino para saciar la sed de los caminantes de la popular ruta de peregrinación que pasa por aquí: el Cammino di San Tommaso o Camino de Santo Tomás.

Esta ruta es un popular itinerario cultural, natural y espiritual que conecta la ciudad de Ortona, guardián de los restos del Apóstol desde 1258, en Roma con la basílica de San Pedro.

Un largo viaje de alrededor 316 kilómetros que ahora cuenta con otro aliciente: la Fontana del Vino ofrece vino gratis, 24 horas al día, los 7 días de la semana.

La fuente es un proyecto conjunto entre Dora Sarchese, un viñedo local, y la organización encargada de mantener y promover el Cammino di San Tommaso. Les auguro un éxito apoteósico.

Cammino San Tommaso Roma

No es la primera

Pero en Italia, que es muy de vino, la Fontana del Vino de Abruzzo no es la primera. Quizás la más famoso fuente de vino de Italia sea la del centro de Marino, de la cual fluye el vino durante el festival anual de la uva. Sin embargo, en una ocasión, un error produjo que el vino no manara de la fuente, sino de los grifos de las casas.

El error se corrigió en apenas tres minutos, pero fueron los tres minutos más gloriosos para los residentes de Marino.

En España, Bodegas Irache también construyó en uno de sus muros que da al Camino de Santiago una Fuente de Vino para invitar al peregrino a un trago que le aligere el paso y el espíritu.

Vía | The Telegraph

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