Alguien pensó que conectar Nueva York y Dublín con una videollamada gigante era una buena idea. Los irlandeses les demostraron su error en menos de 24 horas

Alguien pensó que conectar Nueva York y Dublín con una videollamada gigante era una buena idea. Los irlandeses les demostraron su error en menos de 24 horas
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Conectar el mundo y las culturas ha inspirado muchos de los avances en ciencia y tecnología que utiizamos en la actualidad. Bajo ese concepto, el pasado 8 de mayo de 2024, se inauguraron dos enormes esculturas interactivas con una cámara integrada y una pantalla de casi dos metros de diámetro en dos zonas ultraturísticas de Nueva York y Dublín: Flatiron South Public Plaza y Connell Street.

A través de este portal, los transeúntes de ambas ciudades transmiten en vivo las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Una inciativa que hace parte del proyecto "Portals" fundado y conceptualizado por Benediktas Gylys, un artista lituano, como "una red de puentes visuales que trascienden las fronteras y fomentan la conexión entre personas que viven a miles de kilómetros de distancia".

La expectativa vs la realidad

Aunque la primera puesta en escena de la obra conectó Lituania con Polonia, no ha sido hasta la segunda entrega que este proyecto se ha hecho viral. Se esperaría que fuese por la importancia de los dos lugares elegidos, pero en realidad la fama ha llegado por el uso que están dando al portal, principalmente del lado irlandés.

El día de la inauguración se realizaron actos en donde se ensalzó esta iniciativa que "hermanaba" las dos ciudades: discursos, gente con pancartas saludando a los ciudadanos al otro lado del océano e incluso coreografías.

Sin embargo, cuando el alboroto mediático cesó, la gente empezó a mostrar una cara menos amable: gente consumiento drogas en frente de la pantalla, letreros con palabras ofensivas e incluso imágenes del atentado a las Torres Gemelas, comportamiento que por cierto, también se ha trasadado a las redes sociales.

Aunque las autoridades no se han pronunicado con respecto a este tema, algunos especulan con que no se va a cumplir el plazo que se había establecido en un primer momento, que es hasta noviembre de este año.

Seguramente son pocos a los que sorprende que esta iniciativa haya derivado en esto. Una prueba más de lo que sucede cuando la educación y la tecnología no avanzan a la misma velocidad.

Imagen | Simons Foundation

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