Descubriendo Lisboa: llegada a la ciudad

Descubriendo Lisboa: llegada a la ciudad
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Una vez ya hemos escogido el alojamiento, el mes para viajar y tenemos la información turística necesaria, llegamos a Lisboa. El modo en que lleguemos a la capital portuguesa determinará nuestras primeras impresiones, pero hay que dejar reposar las sensaciones y conocer más a fondo la ciudad.

Llegar a Lisboa en avión

Probablemente la forma más cómoda de aterrizar en Lisboa sea el avión. Si llegamos en avión, el aeropuerto de Portela está situado a siete kilómetros de Lisboa, aunque hoy día las expansiones de la ciudad prácticamente lo unen. Es un aeropuerto pequeño, sin dificultades a la hora de situarnos y movernos por él.

Es una gran ventaja la cercanía respecto a la ciudad, puesto tanto si escogemos un taxi o un autobús para acercarnos al centro de Lisboa, no nos costará demasiado dinero, tiempo ni fuerzas.

El taxi desde el aeropuerto, puede costar ente 10-15 euros, aunque se recomienda consultar e incluso pactar el precio antes para no llevarnos sorpresas. Hay recargo por equipaje, según las maletas que carguemos.

El Aerobus 91 parte con una frecuencia de 20 minutos desde las 7’45 hasta las 20’45, tienen varias paradas en la ciudad, aunque menos que las líneas regulares (por eso es más rápido y más caro) y el billete, que cuesta tres euros, sirve para el resto de autobuses, finuculares y tranvías para el resto del día.

Otros autobuses desde el aeropuerto al centro son los números 44, 45, 22, 83, 5… (1’45 euros). Carris es la empresa del transporte público en Lisboa, y desde su web podemos consultar la información actualizada de precios, rutas y bonos.

Plaza de España

Llegar a Lisboa por carretera

Los accesos a Lisboa desde España por carretera desde Madrid es la N-V (407 km hasta la frontera) y en Portugal la A 6 (230 kilómetros) (unas seis horas). Desde Salamanca y para los viajeros del noreste hay otra ruta por Ciudad Rodrigo y Guarda.

Desde Lisboa hay autopistas hasta Badajoz, Vigo y el Algarve (que conecta más tarde con Andalucía), aunque hay que tener en cuenta los peajes y la gasolina, más caros que en España.

Si hemos escogido el coche como medio de transporte, hemos de saber que no se recomienda conducir por Lisboa, ya que las colinas y callejuelas estrechas de los barrios antiguos no lo hacen demasiado cómodo. Además, es un encanto conocer la ciudad caminando o a bordo de su típico transporte público, como veremos.

Por lo que si habéis llegado a Lisboa en coche podéis dejarlo aparcado en alguno de los aparcamientos de la ciudad.

Si no se puede ni en coche ni en avión, el autobús es otro medio de transporte interesante. Desde Madrid hay tres compañías que hacen el viaje, con varias frecuencias al día, y algunas combinan con otras líneas procedentes del Levante peninsular.

Desde Lisboa, Alsa-Eurolines viaja también a Andalucía, Galicia y zonas de Castilla y León. El viaje es largo e incómodo, con muchas paradas, especialmente desde Galicia, como sucede con el tren.

Llegar a Lisboa en tren

Hay trenes directos desde Lisboa a Madrid (por Cáceres y Talavera de la Reina) y Hendaya (pasando por Salamanca, Valladolid y Vitoria, entre otras ciudades) y también hay líneas desde Galicia, aunque destacan por su tardanza e incomodidad.

Tampoco su precio es muy ventajoso, por lo que recomendamos comparar tiempos y coste para saber si conviene escoger otro medio de transporte.

Como vemos, las posibilidades para llegar a Lisboa son múltiples y dependerá de nuestras necesidades y recursos cómo alcancemos la ciudad. Una vez en ella, nos moveremos también de muchas formas diferentes, y ninguna dejará indiferente al viajero que descubrirá Lisboa desde perspectivas variadas.

Fotos | Eva Paris
En Diario del viajero | Lisboa Card: museos y transporte público en Lisboa, Portugal y el mar, Viajar en coche por Portugal

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