No caben dudas de que la figura del Che Guevara se ha convertido, desde su muerte, en un ícono para muchas personas por sus ideales y la vida que llevó. Un mito moderno que ha sabido ser aprovechado por la industria turística no sólo de su país natal, la Argentina, sino por las diferentes tierras que pisó en su viaje por Sudamérica. De este modo ya existen, por ejemplo, los Caminos del Che en Bolivia además de un museo en la ciudad de Alta Gracia y un Parque Turístico en Caraguatay, en la Argentina.
Así, en el país que vio nacer a Ernesto Guevara, se busca realizar una ruta cultural que una los diferentes museos que se alzan en nombre del revolucionario llamada Los Caminos del Che. Entonces, a los ya nombrados de Alta Gracia y de Caraguatay se les sumará La Pastera, en San Martín de los Andes y el Museo del Che en Rosario, su ciudad natal.
Será de esta forma que los viajeros podrán recorrer diferentes etapas y aspectos de la vida del mítico hombre. Desde la ciudad que lo vio nacer, donde se alza un espacio que reúne alrededor de 1400 objetos pertenecientes al Che y a su familia y muy cercano a un increíble mural con su imagen, pasando por Caraguatay, en la provincia de Misiones donde la familia poseía extensas plantaciones de yerba mate y sitio en el que el pequeño Ernesto pasó parte de su infancia. Hoy, esa, la que fuese la casa de su padre es un interesante museo dedicado al líder revolucionario.
Cronológicamente le sigue el Museo de Alta Gracia, en la provincia de Córdoba. Esto se debe a que, por su problema respiratorio, la familia de Ernesto Guevara debió trasladarse a las sierras cordobesas donde vivieron 17 años. Es allí, entonces, donde se alza este lugar, más precisamente en Villa Nydia, una de las casas que habitaran los Guevara y que se transformó en museo durante el año 2001.
Por último, y ya como parte del viaje del Che, en cercanías a la ciudad de San Martín de los Andes y medio del hermoso Parque Nacional Lanín, se ubica La Pastera, un depósito de alimento para ganado que sirvió de refugio para Ernesto Guevara y su amigo Alberto Granado. El lugar, que se ve en las mismas condiciones que cuando ambos hombres comenzaron su viaje, ofrece a los visitantes fotografías donadas por la familia del Che así como paneles informativos.
Sin dudas, una excelente idea para conocer al Che niño, al Che adolescente y al Che hecho un hombre preparado para afrontar ese viaje de iniciación. Ese viaje que lo llevó a conocer la realidad latinoamericana y a intentar hacer algo por cambiarla. El Che argentino que se fue forjando como un líder revolucionario. El Che mito y el Che como imagen comercial que, ahora, será aprovechada en su propio país para que los viajeros lo recorran desde el norte en la provincia de Misiones, bajando hacia el centro a Rosario y a Córboba, hasta el sur en San Martín de los Andes con la excusa de seguir la ruta de la vida del revolucionario.