Subir a la Torre Branca: Milán a tus pies
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Subir a la Torre Branca: Milán a tus pies

En el centro de Milán hay una atracción no demasiado conocida pero que nos puede ofrecer unas vistas inusuales de la ciudad. Justo detrás del castillo Sforzesco podemos recorrer el Parque Sempione, un lugar estupendo para conocer lugares como el Acuario Cívico o subirnos a la Torre Branca para tener Milán a nuestros pies.

Si eres de los que busca una fotografía diferente, sin duda este mirador a más de cien metros de altura sobre Milán, obra del arquitecto Gio Ponti, levantado en los años 30 del siglo pasado, va a ser un lugar muy especial.

En el parque más grande de la ciudad, la torre es una muestra de arquitectura moderna, estrecha, de tronco piramidal con una sección hexagonal, y hecha de tuberías de acero especial. En su momento supuso todo un desafío arquitectónico, ya que fue levantada en un tiempo récord, en solo dos meses y medio.

Fue construida en 1933, con motivo de la quinta Exposición Trienal de artes decorativas, industriales y arquitectura moderna. Se cerró en 1972, pero fue completamente restaurada y se hizo nuevamente accesible gracias a los hermanos Branca (de la saga de la famosa destilería milanesa Fratelli Branca), que le dieron nombre a la torre a partir de 2002.

Vistas desde Torre Branca Milán

La torre tiene 108,60 metros de altura, convirtiéndose en la octava estructura más alta de la ciudad, superando por muy poco al Duomo. En concreto, la Torre Branca se sitúa tras la Torre Isozaki (247 metros), la Torre Unicredit (231 metros), el Palazzo Lombardia (161 metros), la Torre Diamante (140 metros), el Pirellone (127 metros), la Torre Breda (116 metros) y la Torre Galfa (109 metros).

En la actualidad un moderno sistema de elevación permite la entrada al Belvedere Club interior, para cinco personas a la vez, en menos de un minuto. Con los trabajos de renovación se pensó en construir un bar restaurante mirador, y estuvo abierto durante algún tiempo, pero en la actualidad solo funciona el mirador y se puede alquilar, eso sí, para eventos privados, exposiciones... en este lugar privilegiado.

Las paredes de cristal del mirador permiten unas excelentes vistas del parque y todo Milán desde el interior de la torre: los modernos rascacielos, el centro histórico con el Palazzo Reale y el Duomo y en primer término el Arena Civica, el Arco della Pace, el Castello Sforzesco... En los días claros es posible ver buena parte de la llanura lombarda, los Apeninos y los Alpes.

Torre Branca Milán

Podemos visitar la Torre Branca para tener Milán a nuestros pies comprando la entrada que cuesta 6 euros (gratuita para niños menores de tres años; los miércoles, los estudiantes y pensionistas pueden visitar la torre gratis) y se sube en grupos de cinco personas. Se puede comprar la entrada allí mismo o por anticipado online.

Eso sí, una vez arriba hay que darse prisa porque las visitas a la torre duran aproximadamente 7 minutos. También conviene consultar la previsión meteorológica, porque en caso de mal tiempo o fuertes vientos, la torre se cerrará.

El horario de invierno es miércoles, sábados y domingos, mientras que en verano se puede visitar de martes a domingo. Los sábados abre hasta la medianoche, por lo que desde la Torre Branca de Milán se puede ver la ciudad iluminada y obtener una panorámica nocturna muy especial.

Más información | Musement
Fotos | Julien Chatelein, Francesco Negri y Daniel en Flickr-CC

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