Ni el Rastro ni Pozuelo: este mercadillo de Madrid arrasa en TikTok y ya es un imán para turistas

Mercadillo Majadahonda
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Liliana Guerra

Madrid siempre ha tenido una historia de amor con sus mercadillos: bulliciosos, castizos, llenos de vida. El Rastro, con su sabor cañí y ese aire de domingo eterno, sigue siendo un clásico imperdible para locales y turistas. El de Pozuelo, aunque cuenta con algunos puestos interesantes, no ha logrado evolucionar al ritmo de lo que buscan hoy los compradores: más variedad, más tendencia y mejor experiencia.

Frente a este panorama, hay un nuevo protagonista que está ganando terreno tanto en la calle como en redes sociales: el mercadillo de Majadahonda. A solo media hora del centro de Madrid, se trata de una alternativa fresca, estilosa y con mucho tirón digital gracias a su ambiente vibrante, que lo ha convertido en un verdadero imán para quienes buscan planes diferentes.

En TikTok, el hashtag #mercadillomajadahonda acumula millones de visualizaciones y no es raro toparse con hauls de ropa y complementos en los perfiles de influencers de moda. Muchos acuden como si participaran en una auténtica caza del tesoro, en busca de esas prendas que podrían estar perfectamente en un escaparate de una firma exclusiva.

Majadahonda: cuando comprar en el mercadillo se pone de moda

Visitar el mercadillo de Majadahonda ya se ha convertido en un planazo para muchos madrileños y no solo para los vecinos del municipio. Abre todos los martes y sábados, de 9:30 a 14:00 h y 9:30 a 15:00 h respectivamente, en una extensa parcela de 10.000 m² situada entre las calles Erillas, Santa Catalina y La Luna. Con más de 180 puestos autorizados, su oferta va mucho más allá de lo habitual: frutas y verduras frescas, frutos secos, flores de temporada, ferretería, menaje, artesanía, decoración, cosmética natural… y, por supuesto, moda.

Precisamente la ropa (especialmente la femenina), y los complementos son uno de sus grandes reclamos y probablemente el motor de su éxito en redes sociales. A diferencia de otros mercadillos madrileños donde domina un estilo más anticuado o de poca calidad, aquí destacan las prendas de estética artesanal: vestidos bordados con detalle, bolsos de piel o de rafia dignos de showroom, sandalias de piel y bisutería fina que recuerda a marcas con sello español. Casi todo a precios asequibles y con ese sabor a hallazgo único que convierte cada compra en una pequeña victoria. No es casualidad que cada semana se multipliquen en TikTok e Instagram los hauls de moda con piezas encontradas aquí.

Aunque en origen era un mercado de abastos, hoy su fama ha cruzado fronteras: cada vez son más los turistas, tanto nacionales como extranjeros, que lo incluyen en su ruta por Madrid. Para llegar, existen múltiples opciones de transporte público: líneas de autobús urbanas e interurbanas, además de las líneas C-7 y C-10 de Cercanías Renfe, desde la estación de Majadahonda (a unos 25–30 minutos a pie del recinto). Si vas en coche, el parking subterráneo de la Gran Vía, con acceso por la calle Santa Bárbara, es una alternativa cómoda.

Eso sí, conviene llegar temprano, ya que las zonas de estacionamiento se llenan rápidamente, sobre todo los sábados. Para disfrutar del paseo con más calma, el martes suele ser la opción más tranquila, mientras que los sábados ofrecen una experiencia más bulliciosa y animada. Y aunque todavía quedan clásicos del mercadillo como el pago en efectivo, el probador improvisado tras una cortina o los espejos de medio cuerpo apoyados en la farola, lo cierto es que este mercado se ha ido modernizando: cada vez más puestos aceptan tarjeta, Bizum e incluso permiten cambios o devoluciones en días posteriores.

Imagen | Freepik

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