"Es una joya desconocida": esta es la Comunidad con más piscinas naturales y con menos turistas internacionales

Garganta Jaranda
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Liliana Guerra

En un verano en el que los destinos de sol y playa se llenan hasta la bandera y los precios se disparan, existe una alternativa igual de atractiva, pero mucho menos masificada: entornos naturales con abundante vegetación, aguas dulces y cristalinas, y una tranquilidad difícil de encontrar en la costa. Un plan perfecto cuando el calor aprieta y lo que más apetece es refrescarse lejos del bullicio.

Es donde entra en escena Extremadura como la comunidad autónoma que alberga la mayor cantidad de piscinas naturales de España. Lejos de las costas y de los grandes centros turísticos, este rincón del interior peninsular ofrece una alternativa perfecta para una escapada refrescante, económica y sorprendente gracias a sus paisajes, su tranquilidad y su valiosa oferta cultural y gastronómica.

Según datos de 2024, esta región no solo lidera el ranking de piscinas naturales, sino que también figura entre las que tiene menor afluencia de turismo internacional. Esta doble condición la convierte en un refugio casi exclusivo para quienes buscan otra forma de viajar. Aquí la naturaleza no se contempla desde la distancia: se vive y se disfruta en sus ríos, gargantas y pozas de agua pura que se reparten por todo el territorio.

Extremadura, el paraíso de las piscinas naturales en España

Garganta De Los Infiernos Garganta de los Infiernos

Se podría recorrer Extremadura a través de sus piscinas naturales, porque todas ellas están en enclaves muy especiales y la lista es casi interminable. El Valle del Jerte, célebre por sus cerezos en flor en primavera, se transforma en verano en un paraíso acuático. Las piscinas naturales de Los Pilones, dentro de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, ofrecen una sucesión de pozas esculpidas en la roca por el agua durante siglos. Muy cerca, la Garganta de los Papúos y La Pesquerona en Cabezuela del Valle son opciones menos conocidas pero igual de espectaculares.

En La Vera, una comarca fresca incluso en los días más calurosos, cada pueblo parece tener su propia piscina natural. En Jarandilla de la Vera destaca la Garganta de Jaranda, que atraviesa el pueblo y ofrece varios puntos de baño con aguas cristalinas rodeados de vegetación. En Cuacos de Yuste, la Garganta de Cuacos, especialmente en la zona conocida como "El Bañaero", ofrece aguas claras a los pies del monasterio que acogió a Carlos V en su retiro. Otras joyas veratas incluyen Las Pilas de Collado, Madrigal de la Vera (con su espectacular puente romano) y Losar de la Vera.

Charco De La Olla Charco de la Olla | Turismo Extremadura

En la comarca de Las Hurdes, uno de los rincones más salvajes y auténticos de Extremadura, encontramos algunas de las piscinas naturales más escondidas y menos transitadas. La Piscina Natural de Caminomorisco o el Charco de la Olla en Pinofranqueado ofrecen entornos de baño que parecen sacados de una película. También destaca la zona de baño de Riomalo de Abajo, una de las más grandes de la zona, que además tiene vistas al célebre Meandro del Melero.

El norte de Cáceres continúa con maravillas como las piscinas naturales de Hoyos, Perales del Puerto y Robledillo de Gata, en plena Sierra de Gata, donde cada poza es un remanso de paz entre castaños y robles. Más al sur, en la comarca de Montánchez, sorprenden las zonas de baño como la Charca de Alcuéscar (también conocida como "La Charca del Cura"), o el entorno natural del Embalse de Proserpina, ideal para quienes quieran combinar un refrescante baño con un poco de historia romana.

Una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad como centro de operaciones

Caceres

Para quienes deseen convertir la excursión en una escapada completa, Cáceres capital es una base ideal. Su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, es uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Europa. Pasear por sus callejuelas empedradas es retroceder en el tiempo: desde la Concatedral de Santa María, hasta la Torre de Bujaco, el Arco de la Estrella o los palacios renacentistas que han sido escenario de películas y series como Juego de Tronos.

Por supuesto, pernoctar en la ciudad es una opción más que recomendable para disfrutar con calma de todo lo que ofrece. Una buena alternativa es alojarse en la antigua Casa de Lanas de Extremadura, hoy reconvertida en el hotel boutique Casa Pizarro, que combina una cuidada estética con una ubicación privilegiada en el centro histórico. Tras un día de baños en plena naturaleza, su atmósfera tranquila resulta ideal para descansar.

En el plano gastronómico, esta preciosa ciudad reúne una oferta variada y de gran calidad. Destacan propuestas como Torre de Sande, que reinterpreta la cocina extremeña con sensibilidad contemporánea; Miga, con un enfoque moderno y producto de temporada; y, por supuesto, Atrio, el dos estrellas Michelin del chef Toño Pérez, considerado uno de los referentes culinarios del país. Una escapada completa que sin duda, puede ser una de las mejores opciones para desconectar en verano.

Imágenes | Extremadura Turismo

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