Francia fue uno de mis primeros destinos como mochilera. París era el punto de partida, pero rápidamente me di cuenta que el país tenía muchísimo más qué ofrecer: unos pueblos de ensueño, una geografía digna de dedicarle todos los días posibles y una gastronomía calificada como una de las mejores del mundo.
Aunque no se trata, ni mucho menos, de un viaje barato, sí que hay algunos trucos para ahorrar costes, y Alexis Averbuck, una viajera profesional que ha trabajado durante dos décadas para la guía Lonely Planet, los ha recopilado de forma muy acertada. Hoy los vamos a resumir, junto con algunas "recomendaciones adicionales de la casa".
Elegir bien el destino
Generalmente las rutas para recorrer Francia empiezan y terminan en París, pero elegir otra puede acarrear un ahorro significativo en los billetes de avión, incluso si son destinos cercanos a la ciudad luz.
Elegir bien la temporada
Para nadie es un secreto que cualquier destino es más caro en verano, y que en mayo y septiembre, además de buen tiempo está menos masificado y generalmente tarifas más económincas (especialmente en los hoteles). Por eso Alexis recomienda hacerlo en esos meses del año.
Tomar le menú
Aunque los españoles lo sabemos bien, muchos extranjeros no están relacionados con el concepto del menú del día (le menú), una forma fantástica de comer muy bien porque incluye tres platos a un precio fijo. Generalmente se ofrece a través de una tablilla que se pone en la entrada de restaurantes o bristrós.
Aprovechar los menús de la hora del almuerzo y plats du jour
En muchos restaurantes, durante la hora del almuerzo (dos platos), menús (tres platos), o plao del día (plats du jour), cuestan una fracción del precio de la cena nocturna. Por eso es una opción interesante a la hora de elegir un restaurante de precio más caro.
Hacer picnics
Esta redactora llama a Francia el "paraíso del picnic" y creo que su afirmación no puede ser más acertada: no solo es normal ver en cualquier parque o playa de cualquier ciudad a gente haciendo picnic, sino que los mercados y panaderías con sus maravillosos productos locales invitan a improvisar cualquier comida de esta manera.
El menú infantil es una buena opción para los niños
Aunque esta afirmación es cierta, en caso de que viajes con dos niños, debo decir que una forma de que coman muy bien y generalmente a menor precio, es compartiendo un menú de adulto.
Comprar el vino directamente a su productor
Cuando se hace una ruta por Francia (o por cualquier país que presuma de buenos caldos), es casi imperativo visitar alguna bodega para conocer el proceso de elaboración del vino y degustarlo allí mismo. Es la oportunidad perfecta para hacerse con algunas botellas a muy buen precio.
Probar la comida callejera francesa
Algunas de las mejores comidas que podemos probar en Francia se pueden comprar en la calle y disfrutarlas mientras seguimos paseando. Algunos de los mejores ejemplos son:
- Las castañas, que vienen servidas calientes en bolsas de papel y se venden en las esquinas de las calles en invierno.
- Socca son tortitas de harina de garbanzo típicos de Niza en la Costa Azul.
- Pan bagnat es un sándwich tostado de atún Nisois con aceite de oliva verde afrutado.
- Un Flammekueche (tarte flambée en francés) es una masa de pizza de la secota alsaciana rematada con crema agria, cebolla y tocino.
- Croques monsieur son sándwiches tostados de jamón y queso; croques madame vienen rematados con un huevo.
- Alexis recomienda como los mejores glaciers (heladerías) en Francia Berthillon en París, Glaces Geronimi y Raugi en Córcega y La Martiniére en St-Martin-de-Ré.
- Los crêpes, famosos en todo el mundo, se pueden encontrar en cualquier esquina callejera.
- Las galettes son sus primos salados, generalmente sin gluten, hechos con harina de trigo sarraceno y servidos típicamente con queso y jamón.
- Pissaladiáre, es otro clásico, un plato tradicional de la cocina de Provenza en Francia, que viene acompañada con anchoas saladas y cebollas caramelizadas dulces.
- Los beignets au brocciu son rosquillas fritas, dulces o saladas, rellenas de queso crema local.
- Los Gougáres, son unos pasteles típicos de Borgoña, suelen acompañar a un aperitivo, pero también son deliciosos como un tentempié barato.
Ser estratégico en dónde y como dormir
Aunque el costo de hospedarse en Francia es elevado, esta viajera propone algunos trucos como reservar una habitación doble con cama supletoria en vez de una triple, así como reservar con mucha antelación. Otro truco que nosotros agregamos es echar un vistazo a los hostales (algunos de ellos con habitaciones compartidas, una opción, que aunque menos glamourosa, es mucho más económica.
Pasear por las calles para empaparse de la cultura francesa
Uno de los mejores planes que puedes hacer en cualquier ciudad francesa en sentarte en una terraza a tomar un café, o simplemente dar un paseo tranquilo mientras escuchas una audioguía y observar a los locales. Francia respira historia en cualquiera de sus rincones y hacerlo de esta forma es un plan muy enriquecedor ¡y gratuito!
Aprovechas los horarios con entrada gratuita de los sitios de interés
Una gran forma de abaratar costos mientras se explora una ciudad es aprovechar los horarios de entrada gratuita de museos y monumentos, así como los pases turísticos de un día.
Utilizar el carnet de estudiante o jubilado
En Francia y muchas otras ciudades de Europa, ser estudiante o jubilado te da acceso gratuito o con descuento a infinidad de sitios como museos, monumentos o espectáculos, aunque es imprescindible demostrarlo mediante una identificación.
Reservar con antelación para los billetes de tren más asequibles
El sistema de trenes de Francia es fácil de usar, asequible y cuenta con una red que permite viajar por todo el país.
Las entradas más con descuento de la Compañía Ferroviaria Nacional se llaman Prem’s, y están disponibles online, en las ventanillas y en las máquinas de billetes. Es posible encontrar algunos con 100% de descuento de jueves por la noche a lunes por la noche, para viajar de última hora ese fin de semana. Los Prem’s de regreso del sábado son válidos para viajar en ida y vuelta un sábado, mientras que los de tres meses se pueden reservar con un máximo de 90 días de antelación. Estos no son ni reembolsables ni canjeables.
Buscar tarifas de descuento de trenes regionales
Algunas tarifas de trenes no requieren una tarjeta de descuento o compra anticipada. Por ejemplo, las tarifas Découverte están disponibles para trenes de baja demanda para personas de 12 a 25 años, personas mayores y acompanates de niños menores de 12 años.
Viajar en grupo
Si se viaja en grupo, una buena forma de ahorrar en los trayectos es através de los billetes de tren de Mini-Groupe, disponibles para cinco o nueve personas que viajan juntos, siempre que pasen una noche de sábado en su destino.
Aprovechar el "Carte Avantage Senior" para viajar en tren
El pase de Carte Avantage Senior es una tarjeta para mayores de 60 años que por 49 euros ofrece muchos descuentos, incluyendo el 30% para billetes de tren durante todo el año y el 60% de descuento en billetes para hasta tres niños que viajen con él.
Aparcar estratégicamente
Los parkings en las zonas más turísticas suelen ser bastante costosos, así que es recomendable aparcar en las afueras y acercarse en transporte público a las áreas más céntricas.
Respostar en pueblos y ciudades
Al igual que muchos otros países, repostar en Francia suele ser más caro en las autopistas, así que es recomendable hacerlo en las ciudades, e incluso en los pueblos porque se puede conseguir un precio un poco más asequible.
Utilizar el transporte público
Para visitar el centro de cualquier ciudad, la mejor opción es hacerlo a través de transporte público, adquitiendo los abonos que incluyen varios trayectos o días.
Informarse con antelación sobre los precios de las entradas
Ya sea para hacer un crucero por el Sena o ir a un espectáculo, es recomendable informarse bien para conseguir el mejor precio. En el caso de los barcos en los que se pueden recorrer el río, es posible encontrar tarifas online más baratas que a pie de puerto, mientras que para entradas para la ópera gracias a las "places de dernière minute" (entradas de último minuto), se pueden encontrar más baratas justo antes de la función (aunque se corre el riesgo de quedarse sin ellas).