Ir a Berlín con poco tiempo y con ganas de ver museos puede generar algo de ansiedad. Cuesta decidirse por dónde empezar, y por dónde seguir y por dónde terminar, pero lo que está claro es que si se va a la capital de Alemania hay que pasar por la Isla de los Museos que desde hace una semana tiene un nuevo edificio: la James-Simon-Galerie.
Este nuevo edificio, diseño de David Chipperfield, sirve como una nueva entrada entre el canal Kupfergraben y el Neues Museum. Además de esta función de bienvenida a los miles de visitantes diarios alberga todas las instalaciones complementarias que necesitan los museos. ¿Su inspiración? Dicen que esa columnata sobre pedestal de piedra recuerda a un piano clásico.
La Isla de los Museos (Museuminsel) es el nombre que se le da a la mitad norte de la Spreeinsel, la isla que hay en medio del río Spree y que es el puro centro cultural de Berlín, teniendo también como guinda al pastel la Berliner Dom y el Lustgarten. Cinco museos, a cada cual más apetecible y visitable están en esa isla: el Museo de Pérgamo, el Museo Bode, el Museo Antiguo, el Museo Nuevo y la Antigua Galería Nacional.
Ha tenido que pasar casi un siglo entero para que la Isla de los Museos viviera una nueva construcción, no solo las reconstrucciones que el terrible paso de la guerra obligaron. Mientras no termine la restauración del Museo de Pérgamo (hogar del famoso Altar de Pérgamo, cerrado ahora mismo para restaurarlo) el único acceso al mismo será a través de la James-Simon-Galerie y al mismo tiempo, conecta el museo a través del Paseo Arqueológico en el nivel del sótano con el Museo Neues, el Museo Altes y el Museo Bode.
Por supuesto, no es únicamente una vía de entrada, sino que la Galería James Simon contará también con exposiciones temporales, en un un espacio situado junto a la entrada del Paseo Arqueológico, en el sótano de la misma.
Imágenes | © Ute Zscharnt para David Chipperfield Architects