Recorre la Casa Azul de Frida Kahlo en la visita virtual más colorida
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Recorre la Casa Azul de Frida Kahlo en la visita virtual más colorida

Hoy nos acercamos a uno de los barrios más antiguos y bellos de la Ciudad de México, el centro de Coyoacán, para sumergirnos en el arte de la pintora mexicana más reconocida: un paseo virtual por la Casa Azul, el Museo de Frida Kahlo.

De este modo disfrutamos de sus creaciones, fruto de la síntesis de elementos expresionistas y surrealistas con el arte popular mexicano de raíces indígenas, pero también de la decoración de su casa, del jardín y esas paredes azul intenso que dan nombre a esta singular vivienda, hoy museo. Aunque muchos más colores nos esperan...

Estamos ante uno de los museos que visitar en México DF y ahora podemos hacerlo sin movernos de casa, viajando a través de la pantalla, con un recorrido virtual por las salas y jardines de la Casa Azul de Frida Kahlo.

Un paseo realmente interesante por la casa donde nació y murió Frida, que desprende creatividad en cada rincón, donde se aprecia la marcada personalidad y estilo de la artista, curioseando también por las habitaciones más privadas, la cocina, el estudio... Un mapa nos permite seleccionar la parada panorámica, para contemplarla a 360 grados.

También se puede ver una exposición temporal llamada “Las apariencias engañan”, en la que apreciar la vestimenta que utilizó la pintora mexicana a lo largo de su vida o las fajas que usó tras su accidente y sus operaciones.

Estudio Frida Kahlo

La Casa Azul de Frida Kahlo sin colas y sin esperas, de forma totalmente gratuita, y con la posibilidad de observar al detalle artesanías, cuadros, retratos, vestidos de bordados mexicanos y hasta las plantas del jardín con la función de zoom.

Estamos en la morada de dos de los más grandes pintores del siglo XX, Frida Kahlo y Diego Rivera, en cuyas estancias se dieron cita personajes como León Trotsky, Remedios Varo, André Breton y Henry Moore.

Durante el recorrido virtual podemos ver la cocina de leña (que la autora prefería al gas), los clásicas dormitorios (con "cama de noche" y "cama de día", donde la artista pintaba durante sus convalecencias), un estudio con un gran ventanal que promete la mejor iluminación de la vivienda y en cada detalle la fascinación de la artista por la cultura prehispánica.

En el dormitorio de Frida también se puede ver sobre la cómoda la urna de cerámica que contiene sus cenizas, una urna con forma de sapo, en referencia a su admiración por la cultura prehispánica y a su amor por Diego: Frida Kahlo es la autora del apodo "Sapo-rana", como le decía a Rivera.

También se observa su amor por México en la selección de artesanías de diversas partes del país, como alfarería de Puebla, Jalisco y Michoacán. Y parte de su colección de más de 400 exvotos, que originalmente ocupaban el espacio del cubo de la escalera que lleva al estudio.

Entre sus pinturas, de difícil clasificación, consideradas por ella como “sueños de su realidad”, se pueden ver "El retrato de mi padre Guillermo Kahlo", "Mi familia", "Frida y la cesárea" (1931), "Viva la vida" y "Naturaleza muerta" (1942).

Jardín Casa Azul Frida Kahlo
Museo Frida Kahlo

La Casa Azul de Frida Kahlo

Si nos fijamos en el cuadro de Frida “Mis abuelos, mis padres y yo”, veremos la Casa Azul pintada bajo el árbol genealógico, con ella de niña emergiendo del patio que ahora podemos recorrer.

La casa fue construida por sus padres en 1904 y se caracteriza por ese color azul intenso que le da nombre, sobre todo en las fachadas. Fue levantada siguiendo el estilo de la época, donde el patio principal al centro es rodeado por las habitaciones. La Casa Azul se encuentra en Coyoacán en la esquina de Londres y Allende, Ciudad de México. Fue el lugar en el que habitó Frida desde su nacimiento, el 6 de julio de 1907.

Frida y Diego Rivera vivieron en la Casa Azul de 1929, cuando contrajeron matrimonio por primera vez, hasta 1954, cuando la pintora murió en su hogar. Cuatro años después de la muerte de la pintora, en 1958, fue convertida en museo, después de que Diego Rivera la donara. Y lo hizo con una curiosa petición: se podrían abrir al público todas las estancias, excepto el baño, hasta que pasaran unos años.

Cuando finalmente, tras cinco décadas, se abrió el baño, se descubrieron miles de documentos, fotos, vestidos, libros y juguetes. Fue necesario acondicionar el inmueble colindante para poder exhibir todos esos nuevos objetos.

El patio luce repleto de plantas y flores nativas de México, demostrando la importancia que la naturaleza tenía apara Frida, ya que además de ser parte de la decoración, la flora era su inspiración. También encontramos la decoración con piedras volcánicas, representaciones de San Judas y ya para gusto de los visitantes algunos "photocall" para inmortalizar el momento.

Por cierto, si queréis seguir conociendo la vida y obra de Frida Kahlo, no os perdáis la fabulosa retrospectiva que podemos ver en Google Arts & Culture, también se puede recorrer la Casa Azul junto a infinidad de fotografías de su vida y obra.

Esperamos que disfrutéis del colorido recorrido virtual por la Casa Azul de Frida Kahlo, donde apreciar desde una nueva mirada la vida y obra de la artista mexicana y el museo que fuera su hogar.

Casa Azul Frida Kahlo

Sitio Oficial | Recorridos virtuales Museo Frida Kahlo

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