Nos encontramos en plena celebración del Año Nuevo Chino, que en este 2015, según su calendario, corresponde con el año de la cabra. La mayor festividad del país asiático se nota en todo el mundo, ya sea en las celebraciones en las calles de ciudades de otros países o, sobre todo, en los destinos más frecuentados por los asiáticos en estos quince días.
Por cercanía, uno de los países más visitados por los turistas chinos es Tailandia, donde esperan cientos de miles de visitantes. Pues bien, para evitar los comportamientos a los que ya están acostumbrados sus vecinos tailandeses, en vísperas del Año Nuevo Chino, Tailandia ha publicado un manual de conducta para turistas chinos.
La ciudad de Chiang Mai es el foco principal del manual, publicado en chino mandarín, pues es el destino más demandado; en parte, tras el éxito de la comedia Lost in Thailand, la producción china más taquillera de la historia. Solo en esta ciudad del norte de Tailandia se esperan 90.000 visitantes.
Entre otras cosas, el manual explica el correcto comportamiento en los museos, como la prohibición de tocar pinturas, les advierte que no está permitido usar los lugares públicos como baño y les insiste en conducir con prudencia. Advertencias que pueden sonar muy evidentes, pero las autoridades tailandesas no han tenido más opción que publicarlas tras las demandas de ciudadanos chinos defecando en la calle, causando accidentes de tráfico por conducción temeraria o dañando atracciones turísticas.
Sin ir más lejos, el pasado día 3 de febrero se prohibió la entrada de turistas chinos en el Wat Rong Khun, más conocido como Templo Blanco, después de dejar los baños hechos un desastre. Pocos días antes, una turista china extendió su ropa interior sobre los asientos del aeropuerto de Chiang Mai, para que se secara mientras esperaba su vuelo. La foto se difundió como la pólvora por las redes sociales, lo que provocó una llamada de atención de las autoridades tailandesas a los turoperadores para poner fin a comportamientos inapropiados como ese.
Por poner otros dos ejemplos que saltaron a la prensa no hace mucho: en el aeropuerto de Kunming, en la provincia de Yunnan, un vuelo con destino a Beijing tuvo que ser suspendido y dos personas arrestadas por forzar tres de las cuatro puertas de emergencia del avión. El avión estaba parado en la pista mientras se completaba el proceso de deshielo. O el vuelo de AirAsia que dio media vuelta hacia Bangkok, después de que un pasajero chino arrojara agua caliente al personal de vuelo.
Son demasiado frecuentes los actos inapropiados de turistas chinos en estos últimos años, especialmente en los destinos más frecuentados, donde se les considera escandalosos y maleducados.
Vía | Bangkok Post Foto | shankar s. En Diario del Viajero | Tailandia, ¿uno de los destinos turísticos más peligrosos del mundo?